¡¡Por favor, quitadme las zapatillas!! ¡¡Es insoportable este dolor!! Al final ya no podía más… Quizás no tan exagerado, pero en alguna ocasión lo he sufrido y os puedo asegurar que no es nada agradable.
Vaya por delante, que tenemos el lujo de contar en la Web con aportaciones como este artículo, el cuál ha sido redactado por el Dr. Pablo Herrero Gallego. Diplomado en Fisioterapia, especializado en el área de Fisioterapia Invasiva y Dolor Miofascial.
Doctor en Fisioterapia por la Universidad de Zaragoza con Mención Europea.
Actualmente es Docente e Investigador de la Universidad San Jorge, siendo Director del Grupo de Investigación iPhysio. Autor de La Guía “La salud del ciclista” .
Por si alguien está interesado está disponible en ebook en Amazon, Apple y Google Pla
Afortunadamente y aunque a muchos pueda parecérselo, el dolor en los pies no es algo muy habitual entre ciclistas, a diferencia de otros deportes que implican un impacto directo sobre el mismo. Sin embargo, cuando aparece, puede llegar a ser altamente invalidante, no sólo para la práctica de ciclismo sino para las actividades del día a día.
Generalmente en la clínica diaria encontramos dos grandes grupos de problemas que cursan con dolor en el pie en ciclistas.
DOLOR MIOFASCIAL
Por un lado, encontramos el llamado “dolor miofascial” que no es otra cosa que dolor causado por contracturas musculares, y que genera más bien dolor sordo, difuso y mal localizado en la planta del pie.
Este dolor suele provenir tanto de musculatura intrínseca del pie como de algunos músculos de la pantorrilla, especialmente los gemelos. Suelen tener fácil solución y se deben a sobrecargas o posiciones mantenidas en algunos casos en acortamiento durante mucho tiempo, entre otros factores.
En estos casos se recomienda la práctica de estiramientos suaves y mantenidos o bien la aplicación de automasaje en la musculatura de la pantorrilla y del pie. Muchas veces puede confundirse este tipo de dolores con otros mucho más localizados sobre el talón, coincidentes con la inserción de la fascia plantar.
A diferencia del anterior, el ciclista lo describe como un dolor muy localizado que se agrava en los primeros pasos de la mañana y después remite ligeramente con la actividad.
Si bien las causas de este dolor tienen mucho que ver con el anterior y los tratamientos de fisioterapia son similares, existen técnicas muy específicas que permiten el tratamiento específico de esta zona, como la electrolisis percutánea, que aplicada con una guía ecográfica permite excelentes resultados debido a su especificidad frente a otros tratamientos como las infiltraciones que además pueden presentar efectos adversos.
DOLOR ESTACIONAL
Por otro lado, encontramos dolores en la planta del pie que suelen ser más bien estacionales y que vienen generados por dos factores principalmente:
- El aumento de la temperatura
- El aumento kilometraje y dureza de las salidas
Cuando estos dos factores se juntan, el terreno está abonado para que aparezcan este tipo de dolores, como es el caso de un mes antes de la QH o la propia QH y pruebas similares donde se junta el calor con un tiempo prolongado pedaleando.
Pues bien, como decíamos el factor tiempo es importante, ya que supone en definitiva que aflore un problema que quizá en salidas cortas no llega a hacerlo y se queda en unas leves molestias que, aunque no son invalidantes, sí que avisan de lo que puede ocurrir en una salida más larga.
Luego está el factor temperatura, ya que cuando hace calor es normal que aumente algo el volumen de nuestro pie debido bien a la propia actividad ciclista que genera unas dificultades de retorno venoso sobre todo en las zonas más alejadas o bien al propio material, ya que hay muchas zapatillas que no se adaptan bien al pie, como es el caso de algunas zapatillas que tienen una horma muy estrecha para el tipo de pie y que al final acaban generando algo de compresión lateral que aunque sea mínima acaba provocando este tipo de problemas con el paso de los kilómetros.
Una elección de talla inadecuada puede ser también la responsable, generando más compresión, o zapatillas que no transpiren bien, ya que acaban generando la acumulación de sudor y por tanto aumento de la compresión en un volumen limitado.
En otras ocasiones quizá menos habituales pero no por ello menos importantes, tenemos el caso de algunos “ansias” que se aprietan muchísimo las zapatillas, en busca de esa sensación de mayor eficiencia durante el pedaleo que les ayuda no sólo en el empuje sino a la tracción, pero que con el paso de los kilómetros acabarán produciendo síntomas ya que el margen de volumen es limitado.
Si sospechas que tú pues ser uno de estos, prueba a no ajustártelas tanto y comparar si existe una notable mejoría, o ten al menos en cuenta este factor si vas a hacer una marcha larga y exigente.
Muchos de estos problemas se solución con zapatillas de horma ancha por lo general, aunque puede haber otros factores como una mala biomecánica del pie que con una visita al podólogo suele detectarse y corregirse fácilmente con plantillas.
Si bien hace años era muy frecuente el primer tipo de lesión, el hecho de que las zapatillas de ciclismo lleven suelas rígidas (carbono, etc.) hace que la fascia plantar ya no sufra tanto, pero este aumento de rigidez sí que puede incrementar el segundo tipo de problemas descritos si no existe suficiente anchura de la horma.
Para finalizar comentar un tercer tipo, muy infrecuente, pero indirectamente relacionado con la compresión mencionada anteriormente, que son dolores de tipo eléctrico, que podrían estar asociados a compresiones de nervios (ej. neuroma de Morton) pero son casos raros afortunadamente.
A modo de resumen, con una buena preparación estos problemas deberían ser poco frecuentes, ya que el cuerpo humano va adaptándose al esfuerzo y ajustando por tanto todo este tipo de reacciones, pero si tu caso es uno de los muchos ciclistas que hacen excesos llegados determinados momentos de la temporada, mi consejo es que revises si la horma de la zapatilla es adecuada para tu pie, que la zapatilla y calcetines tengan buena transpiración y que no te pases ajustando la tensión de las zapatillas (podemos preguntar a Chema si existen estudios que demuestren que los que se ajustan más las zapatillas mueven más vatios )
Agradecer a Pablo su artículo y si tenéis interés por algún tema en concreto que nos pueda ayudar, podéis dejarlo en comentarios. Al igual que podréis ir encontrado sus artículos en la sección de entrenamiento y Salud del ciclista.
Suscríbete al canal de Youtube de Planifica tus pedaladas con Chema Arguedas
Estimado Señor, aún encontrando interesante su articulo, y en relación a la temática que trata, me permito comentarle que falta la opinión fundada de un Podólogo; y si es con formación en Biomecanica/Ortopodologia o Podología deportiva, mucho mejor. Son muchas más las causas que pueden provocar dolor en los pies durante la practica del ciclismo, en cualquiera de sus modalidades. Y muchas de ellas se deben a diferentes patologías o alteraciones podológicas, o bien del Miembro inferior con relación con el pie: congénitas o adquiridas, con una patomecánica concreta que se relaciona con la progresión del impulso, el reparto de las cargas en antepié, pronaciones patológicas, patrones rotacionales y torsiones alterados (por ende el ángulo de progresión del pie durante el pedaleo), disimetrías y otras alteraciones podológicas o a distancia. Es, en todo caso, una crítica constructiva y que le invita a contar con el Podologo en estas cuestiones en las que el pie es el eje de su articulo. Gracias por su atención, reciba un cordial saludo,
José Manuel Castillo
Presidente de la Sociedad Española de Biomecánica y Ortopodología (SEBIOR)
Hola José Manuel, Muy agradecido por la crítica porque suma. Evidentemente soy profano en la materia y en este caso, he contado con la colaboración de Pablo Herrero, reconocido traumatólogo. Intentaré contar con los argumentos de un podólogo. Un saludo y muchas gracias
Gracias por su respuesta y premura. Desde SEBIOR estaremos encantados de colaborar con usted cuando lo precise. Saludos cordiales
Genial el artículo pero y que pasa cuando todo lo tienes supuestamente bien,zapatillas de horma ancha con suela de carbono y estudio biomecanico hecho más visitas a fisioterapeuta y aun así se sigue durmiendo el mismo pie