Cada vez es más habitual ver a deportistas profesionales, no sólo del ciclismo, haciendo uso de la presoterapia como parte de su recuperación. Los habrás visto descansado plácidamente viendo la televisión o leyendo, enfundados en unas botas que suelen llegar hasta la cintura.
¿QUÉ OCURRE EN EL INTERIOR DE ESAS “PERNERAS”?
Es lo que se conoce como presoterapia, un método muy utilizado en estética y cada vez más aplicado a nivel deportivo por sus beneficios. El objetivo de ambas aplicaciones, estética y deportivo es distinto, aunque los mecanismos y consecuencias de su uso, van a permitir importantes beneficios en ambos casos.
La presoterapia se aplica mediante la insuflación de aire a través de varias cámaras que son las que envuelven a las extremidades interesadas a tratar.
El flujo de aire a través de las distintas cámaras somete al músculo a una mayor o presión que permitirá que se mantenga activa la circulación de retorno venoso y linfático. Cuántas veces habrás escuchado la expresión de que hay que estar “con los pies en alto” el día previo, o posterior a una carrera.
El fundamento sería el mismo, favorecer la circulación sanguínea con el fin de facilitar la reabsorción de líquidos y un drenaje de los tejidos. Pues bien, la presoterapia consigue acelerar enormemente dicho proceso y con ello la recuperación.
En este artículo me centraré en el uso que afecta directamente a la recuperación deportiva, ya que la presoterapia no sólo aporta beneficios en este sentido, sino que es un instrumento con gran utilidad para la recuperación de determinadas lesiones y una herramienta que puede favorecer la puesta a punto en los momentos previos a la competición, en particular si has tenido que hacer un largo viaje para ello.
¿POR QUÉ ME DUELEN SIEMPRE LAS PIERNAS?
Comentarios como “Las piernas no responden”, “Tengo sensación de fatiga” “Necesito hacerme una descarga” son demasiado habituales en ciclistas que entrenan varios días a la semana.
Dichas molestias suelen ser normales cuando el entrenamiento ha sido demasiado exigente, como el que puedes realizar el fin de semana con la grupeta, una competición, o al finalizar la sesión en un día en el que hayas tenido calidad.
Lo que no es tan habitual es que cuando tras varios días de descarga con entrenamientos de recuperación activa y descansos sin actividad alguna, las molestias persisten. Sobre todo, cuando llega el momento de exigirte y aparece de fondo ese «dolor de patas».
Y es que, en demasiadas ocasiones, a la fatiga que supone la carga de entrenamiento, se le debe añadir una carga laboral que exige estar varias horas de pie e incluso caminando.
En cierta ocasión, alguien me preguntaba si durante el periodo de transición, podría realizar algún tipo de ejercicio en el gimnasio. Le sugerí que sería interesante realizar senderismo los fines de semana y a ser posible con desnivel para mantener una actividad muscular.
Me contestó que bastante senderismo hacía en su empresa porque su puesto le exigía caminar de doce a catorce kilómetros al día. Y que era algo que le solía penalizar mucho cuando tenía que entrenar. Sobre todo, a la hora de recuperar.
Hay muchas actividades profesionales que requieren estar muchas horas de pie.
En todas estas situaciones es cuando la presoterapia puede ser una excelente elección de cara a recuperar muscularmente. Cualquier actividad que sea motivo de generar fatiga muscular será diana para obtener los beneficios del tratamiento con la presoterapia.
¿POR QUÉ ACELERA LA RECUPERACIÓN LA PRESOTERAPIA?
Cuando finalizamos el ejercicio, el sistema cardiovascular tiende a redirigir de nuevo el riego sanguíneo a la totalidad del organismo. No olvidemos que cuando pedaleamos el 70% del riego sanguíneo es redirigido a los músculos activos para aportar alimento y oxígeno, al mismo tiempo que se favorece el reciclado de toxinas, o no, como en el caso del lactato que puede ser reciclado en glucosa, piruvato, y ser utilizado de nuevo como combustible.
Sin embargo, una vez terminamos de pedalear, debido a una menor actividad de determinadas hormonas, progresivamente se va cerrando el sistema cardiovascular a niveles basales, y, sin embargo, aún podemos tener pendiente el reciclado de lactato, eliminación de toxinas y reabsorción de líquidos intersticiales. Sobre todo si no hemos tenido tiempo de rodar al final del entrenamiento un tiempo a baja intensidad.
Al aplicar la presoterapia, gracias a su mecanismo de acción vamos a permitir que podamos seguir activando el drenaje de sustancias tóxicas, reciclaje de lactato y con ello una importante reducción de la fatiga muscular.
¿CUÁNTO TIEMPO NECESITO PARA RECUPERAR?
En este caso tienes la oportunidad de realizar una sesión de recuperación que puede tener una duración mínima de 30’ hasta un máximo de 99’.
Aquí ya en función de la disponibilidad que tengas y la exigencia que haya tenido el entrenamiento previo, elegirás el tiempo que quieres mantener activo el programa. Particularmente, he utilizado sesiones de 45’ y el resultado es muy satisfactorio.
La sesión de presoterapia es mejor aplicarla cuando hayan pasado un par de horas o tres del entrenamiento, o competición.
El siguiente paso será elegir la presión a la que quieres realizar la descarga muscular. A mayor presión elegida en la máquina, mayor será la presión que se transmitirá a los músculos.
Tienes la opción de elegir una presión entre 30 mmHg y 240mmg de presión. Puedes escoger entre escalones de 30 mmHg, es decir, 30-60-90-120-150-180-210 y 240mmHg.
Para una recuperación después de una sesión de entrenamiento exigente, o una competición, de los 4 programas que tiene posibles la máquina, el modo 3 o el modo 4 son los más adecuados.
Nivel 3 aplica un masaje lo más parecido al que puede efectuarse manualmente.
Nivel 4 sería una sesión más intensa en cuanto a la compresión y descompresión.
Gracias por explicar tan bien la presoterapia. Me ha ayudado a usarla mejor.